DOMINGO 18 DEL TIEMPO ORDINARIO – 4 agosto

Ciclo B

Jn 6,24-35: (Después de la multiplicación de los panes)
La gente fue a Cafarnaúm en busca de Jesús. Y le preguntaron: «¿Cuándo has venido aquí?». Jesús contestó: «No me buscáis, porque habéis visto milagros (signos), sino porque comisteis pan hasta saciaros.»

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milagro pan

Sinagoga Cafarnaúm →

Jesús resucitado ofrece pan y peces a los discípulos. Pedro salta de la barca sediento de Jesús

El Pan de Jesús, más que satisfechos, debe dejarnos sedientos. Sus dones nos dan VIDA

Mosaicos de Monreale. S. XII

Los ángeles (la Trinidad) pasan junto a Abraham, y él les ofrece comida. Sara, detrás de la puerta, lo mira complacida

El Pan de Jesús nos debe dejar atentos a lo que pasa en nuestro alrededor. También nosotros tenemos que hacer el milagro de compartir

Los discípulos de Emaús reconocen a Jesús al partir el pan

No trabajéis sólo por la comida del cuerpo, sino para la que da vida eterna, la del Hijo. Le preguntaron: ¿cómo lo debemos hacer? Jesús contestó: creed en Mi, puesto que es Dios quién me ha enviado a vosotros.

Compartiendo el PAN conoceremos a Jesús

La pecadora que besa los pies de Jesús, es la que recibe su don, no los legalistas comensales que la critican sentados en la mesa del banquete que han ofrecido a Jesús

A la vida eterna que nos regala Jesús, no se llega con grandes esfuerzos para cumplir leyes, sino simplemente ofreciéndole lo que somos, lo que queremos ser, incluso lo que no conseguimos ser, con AMOR sincero

¿Y qué señal nos das para que te creamos? Dios dio a nuestros antepasados el maná en el desierto. Jesús les contestó: Os aseguro que aquél no fue el verdadero pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el auténtico pan del cielo!

Dios es quien nos da Su Hijo que es PAN ETERNO

Cinco panes convertidos en doce canastas llenas, para que comamos todos

Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.

IXCIS: Jesús Hijo de Dios

Jesús resucitado es el Pan, el Pez de Vida Nueva, presente en el mundo

Ellos le pidieron: Señor, danos siempre ese pan. Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que cree en mí, jamás tendrá sed.

Jesús da agua viva a la samaritana

Cree en Jesús, no sólo el que va a la Iglesia, sino el que le adora “en Espíritu y en verdad”, sintiendo el Agua Viva que le nace dentro.

Jesús, queremos compartir tu Pan
que sacia nuestro interior,
el Pan que llena de Vida eterna,el Pan que realmente nos alimenta.

Queremos compartir tu Pan
para el largo camino,
para evitar el agotamiento,
para seguir andando a buen ritmo.
Queremos compartir tu Pan
en nuestra propia Mesa.

UNA MONJA DEL MONASTERIO DE SANT BENET DE MONTSERRAT

Regina Goberna