DOMINGO 21 DEL TIEMPO ORDINARIO – 25 agosto

Ciclo B

CREEMOS EN JESÚS ?

Conjunto de Cafarnaúm y frescos bizantinos de Nikitari, Chipre, siglo XII

Jn 6,60-69 (después de oír el sermón sobre la eucaristía) Muchos dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».

Encontramos duro el lenguaje porqué nos cuesta lanzarnos a CREER

El Arcángel Miguel da la iglesia a los que son creyentes

Jesús les dijo: «El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida».

¿Nos escandaliza que Jesús esté presente sobre cada Altar? Rebajarse hasta hacerse comida, no es propio de los hombres, sino sólo de Dios

Los apóstoles reciben la Comunión de Jesús

«Nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede.»

Jesús es el GRAN DON que el Padre nos ha concedido. A pesar de ser tan débiles, Él nos supera por todos lados.

Jesús lava los pies de los discípulos, haciéndose servidor hasta el extremo. Este es el DON concedido por Dios, que nos invita a hacer lo mismo

Desde entonces, muchos discípulos se echaron atrás. Entonces Jesús dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?».

Aunque le abandonemos, Dios no nos deja. Nuestro abandono es caduco, su amor es eterno.

Muchos se marchan y cierran la puerta …

Pedro le dijo: «¿A quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna».

Dios es más poderoso que nuestras indecisiones

Miguel, «el que abre la puerta del Cielo»

CREER, O NO CREER

“No creo en ti, Señor, pero tengo tanta necesidad de creer en ti, que te hablo e imploro como si existieses.
Tengo tanta necesidad de ti, Señor, y que seas, que llego a creer en ti, y pienso que creo en ti, cuando no creo en nadie.
Luego despierto, o me parece que despierto, y me avergüenzo de mi debilidad y la detesto.
¿Cuándo, Señor, estoy despierto, y cuándo dormido? ¿No será todo un sueño y, despierto o dormido, un sueño la vida? ¿Despertaré algún día y viviré, lejos de aquí, la verdadera vida, donde velar o dormir no sean mentira?
No creo en ti, Señor, pero si eres, sácame de este engaño; hazme ver tu cara. No me quieras mal por mi amor mezquino. Haz que sin palabras, todo mi ser pueda decirte: Eres”.

Traducción libre del “Cantico espiritual”, de Josep Palau i Fabra. Barcelona.1997

UNA MONJA DEL MONASTERIO DE SANT BENET DE MONTSERRAT

Regina Goberna