DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO – 6 Octubre

Ciclo B

La unión matrimonial

Iconos de Lyuba Yastskiv
Ucrania, 1977

Mc 10,2-16  Unos fariseos preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”.

Los fariseos preguntan por la ley, pero Jesús no se basa en leyes sino en dones.

Icono de Jesús ( Lyuba Yastskiv) Ucrania, 1977

Él les replicó: “¿Qué os ha mandado Moisés?” Contestaron: “Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.” Jesús les dijo: “Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto.”

Moisés es el profeta del A.T. Jesús es el profeta del N.T.

Moisés

Pero al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola família”. De modo que ya no son dos, sino una sola familia.

Al principio Dios creó el hombre y la mujer en igualdad de condiciones. Y Dios quiso que formásen una sola familia.

La creación en manos de Jesús, Palabra de Dios

“Lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe”.

No podemos separar
el AMOR de Dios que nos une, aunque cueste unir el amor que nosotros separamos

Adán y Eva. A la izquierda la tentación de separar,
a la derecha la Cruz y la Vid (comunión) que nos unen

Jesús dijo a sus discípulos: “Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

Las manos de Dios nos unen, aunque no lo percibamos

Desde el viejo Adán hasta Jesús, nuevo Adán, la Madre de la Humanidad nos mantiene en las manos de Dios
(en el marco redondo)

Le acercaban niños y  Jesús dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí: el reino de Dios es de los que son como ellos. Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Para los judíos los niños no valían nada. Ser cómo ellos es “no tener el corazón ambicioso, ni ser altivo, sino mantenerse tranquilo cómo un niño en el regazo de su madre”
(Salmo 130)

Jesús con María

LA UNIÓN MATRIMONIAL

Lo que Dios une, nadie lo puede separar.

No todo es AMOR, ni todo es unión.
Puede parecerlo a primera vista,
pero hay muchas apariencias, muchos engaños.

Cuando la unión matrimonial es verdadera
nadie la puede separar.
Pueden pasar los años y las ilusiones,
pero el AMOR sigue fortaleciéndose.

Ese AMOR no lo separa ni la muerte.

UNA MONJA DEL MONASTERIO DE SANT BENET DE MONTSERRAT

Regina Goberna