Acto de homenaje al MH Sr. Joan Rigol i Roig
Sant Benet, 24 Julio 2024
Durante el homenaje, cada uno de los ponentes habló en representación de una etapa vital de Joan Rigol; Olga lo hizo por los años en que fue presidente de la Comisión ejecutiva del Patronato.
En su intervención Olga se refirió a Sant Benet como uno de los dos monasterios en la montaña de Montserrat y de sus raíces en el parque de la Ciutadella. Habló de la sabiduría intelectual de Joan Rigol pero como sobre todo era una persona que escuchaba a todo el mundo, daba tiempo a todo el mundo, respetaba a todo el mundo. Y el cariño por Montserrat, como referente espiritual, cultural y de naturaleza, y su interés en hacer de Montserrat un referente de civismo.
Una buena manera de homenajear a alguien es recordando y agradeciendo las cosas bonitas vividas y aprendidas con esa persona. Joan Rigol fue Presidente de la Comisión ejecutiva del Patronato de la Montaña de Montserrat desde el 1 de febrero de 2011 hasta el 27 de junio de 2022. El Monasterio de Sant Benet de Montserrat se incorporó a las reuniones, como invitado, el 10 de mayo de 2017, bajo su presidencia. Es uno de los dos monasterios de la Montaña, el más joven con aún no 100 años de historia, aunque sus raíces llegan al s.XIII, precisamente aquí mismo, en el Parque de la Ciutadella, en el Monasterio de Sant Anton y Santa Clara de Barcelona, que, en 1714, algún documento en el archivo de la comunidad lo atestigua, durante los bombardeos, estaba tocando a las murallas de la ciudad. Habitualmente, cada año, una reunión de la Comisión ejecutiva tiene lugar en casa, en el monasterio de Sant Benet: permítanme recordar la del miércoles 11 de marzo de 2020, memorable por lo que sucedió dos días después, el viernes siguiente nos confinábamos todos por el Covid.
De los aquí presentes debo ser la que menos conocía el Presidente Rigol, pero guardo de él un vivo y entrañable recuerdo. Quisiera hacer memoria de tres aspectos de su persona. Desde que lo conocí, en la primavera del 2019, cada vez que nos saludábamos con ocasión de la reunión de la Comisión ejecutiva, me preguntaba cómo estaba la comunidad, lo hacía con verdadero interés y cariño, no era una mera cuestión protocolaria, los sus ojos y su gesto lo delataban.
En segundo lugar, su humanismo cristiano, intelectual, sí, pero también vital, y el paso de los años ciertamente, le habían conferido una admirable sabiduría. No sólo era capaz de citar con naturalidad textos en latín, en medio de una reunión, para traducirlos, a continuación, para los menos doctos en la lengua de Cicerón. Sino que, más importante aún, tenía un profundo respeto por cada persona, su trabajo y sus aportaciones, a la vez que sabía marcar un ritmo ágil, que lo hacía puntual al comenzar y al terminar. Soy testigo de que para todos los miembros de la Comisión ejecutiva, formar parte de ella, era uno de los momentos amables de nuestro trabajo.
Finalmente, quisiera mencionar su estimación por la montaña de Montserrat y por lo que representa para Cataluña en todas sus vertientes: espiritual, cultural y de naturaleza. Y el Presidente Rigol quería incorporar un último. Cuando en las Comisiones ejecutivas se informaba de desperfectos en el parque, de pintadas, de basura dejada donde no tocaba, pedía, con cierta vehemencia bien que afable, de hacer de Montserrat un referente, también para el civismo, que lo mostrara y lo contagiara a los visitantes, en una época en la que tanta falta nos hace.
Estimación sincera y palpable. Sabiduría intelectual y vital. Y estimación por los valores que representa e irradia Montserrat, en nuestra sociedad catalana, y más allá de nuestras fronteras, a través de los visitantes de todas partes. Tres facetas del Sr. Joan Rigol que agradezco bien de corazón, y de los que tendría que haber aprendido algo, para colaborar en hacer de nuestro mundo un lugar mejor, más habitable y más profundamente humano.
¡Gracias!