NOCHE DE NAVIDAD – 24 diciembre

Ciclo C

NOCHE DE VELA

Imágenes de la Belén actual, y de Greccio, pidiendo la PAZ con S. Francisco de Assís

Lc 2,1-14   Augusto ordenó un censo, y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José subió desde Nazaret, a Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta.

Empiezan los hechos que nos sobrepasan: Dios entra en la vida humana, y lo normal empieza a ser eterno, aunque muchos no lo noten

Al fondo, Basílica de Belén

Y mientras estaba allí dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada.

Cada noche de Navidad podemos encontrar al Dios-Niño en el lugar más inesperado

Navidad del 24 en Belén

Había unos pastores velando su rebaño. Y un ángel del Señor les dijo: “Os traigo una gran alegría: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido el Mesías.

Adorando al Niño oiremos los ángeles: “HOY Dios ha nacido en la guerra y en la paz, en la ciudad y en el llano, tanto entre ricos, como entre los destrozados”

Angel en las escaleras

Y aquí tenéis el señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.

Unos pañales y un pesebre nos serán familiares, y ya no tendremos más ganas de aparentar

Pesebre de Greccio

De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:

En Navidad la alegría del cielo, empieza en la tierra. La sentimos en el corazón. Una Fiesta que, a pesar de todo, nadie nos puede quitar

Francisco en plena noche

«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor».

La NAVIDAD nos pone en CAMINO para descubrir que Dios también quiere nacer en nuestro interior

FRANCISCO, el humilde, adora a Dios, el Único Señor

PLEGARIA DE SAN FRANCISCO

Oh, Señor, hazme instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que yo ponga Amor.
Donde haya ofensa, que yo ponga Perdón.
Donde haya discordia, que yo ponga Unión.
Donde haya duda, que yo ponga Fe.
Donde haya error, que yo ponga Verdad.
Donde haya desesperación, que yo ponga Alegría.
Donde haya tinieblas, que yo ponga Luz.

Oh, Maestro, haz que yo no busque tanto ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.

Porque es: Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.

UNA MONJA DEL MONASTERIO DE SANT BENET DE MONTSERRAT

Regina Goberna